Intenta conocer tus límites, tus debilidades, las circunstancias en las que rindes más, las situaciones en las que sueles venirte abajo mentalmente.
Es imprescindible conocer cómo responde tu cuerpo a la alimentación (cada cuánto hidratarte o qué alimentos te vienen mejor), a las temperaturas extremas (si te conviene evitar las horas más frías de la noche o las más cálidas del mediodía), a las paradas (pocas y largas o muchas y cortas), al sueño, …
Divide la Brevet en etapas
Un error muy común que puede hacer que te vengas abajo es pensar en plena Brevet que solo llevas 100km y aún te quedan 300km por delante…3 veces lo que has hecho hasta ahora.
Pero esas cuentas tienen una trampa: la fatiga muscular, el dolor, el agotamiento mental…nunca son proporcionales a los kilómetros. La mayoría de estos factores se estabilizarán, o incluso se recuperarán.
Divide una Brevet en una sucesión de etapas. Cuando llegues a un control, simplemente piensa en llegar al siguiente control. O al siguiente tramo, o pueblo, o puerto…piensa tan solo en esa etapa.
Y lo que tenga que venir después…bueno, ya pensarás en eso más adelante.
Recuerda, el todo siempre es mayor que la suma de sus partes.
Identifica tu crisis, la tendrás
En ese momento difícil, que todo randonneur tiene, conviene que te preguntes qué te pasa y por qué te pasa.
Encuentra la causa de ese bajón físico o anímico. Quizá no te hayas hidratado o alimentado correctamente, quizá has llevado un ritmo que no era el tuyo, o quizá sea la temperatura, el viento, o simplemente que llevas tiempo sin ver a tus compañeros de ruta…sea lo que sea, encuentra la causa, si tiene remedio es el primer paso para ponérselo.
Empieza como un viejo, termina como un joven
Las Brevets son largas y no competitivas…¿por qué empezar rodando rápido?
Resumimos el consejo con otra frase conocida del mundo randonneur: la primera parte de las Brevets se hace con la cabeza no con las piernas.
Y si no conoces lo suficiente tu organismo como para encontrar tu ritmo, ayúdate de un pulsómetro.
Traza un plan…y luego sáltatelo
Estudiar previamente la ruta, el trazado, el desnivel, el clima y los pueblos es clave para realizar tu Brevet. Tener estos datos como referencia te ayudará a saber cuándo poder ir más relajado o forzar en algún control.
Para planificar las horas de descanso recuerda que el cierre de los controles se calcula con una media de 15 km/h antes del km 600, y de 13,5 km/h después.
Tan bueno es tener este plan como ser flexible a la hora de cumplirlo (por el estado físico y mental, sueño, rodar con compañeros, previsiones meteorológicas, …)
Aprende de los veteranos
Aunque tengas mucha experiencia como ciclista y muchos kilómetros en tus piernas, ya sea por las horas que pasarás pedaleando, por el material que llevarás encima o por tener que circular de noche, realizar una Brevet no tiene nada que ver con hacer marchas cicloturistas convencionales.
Si vas a realizar tus primeras Brevets, escucha a los veteranos, observa sus ritmos, sus estrategias, el material y la ropa que utilizan, sus pautas de alimentación…y saca tus propias conclusiones.
Adáptate
Has de estar dispuesto a usar la misma ropa durante días, a dormir o a asearte en cualquier lugar, a solucionar problemas con los pocos medios de los que dispones o a comer alimentos o en circunstancias que nunca imaginaste.
Gestiona tus recursos
Has de ser consciente permanentemente de todo lo que llevas encima, la comida, la ropa, los repuestos, los medicamentos…, la autonomía que te dan y los posibles puntos de reposición de los mismos.
Un ejemplo son las baterías de móviles, luces, GPS o pulsómetros. Normalmente no están preparadas para aguantar tantas horas como las que vas a pasar en una Brevet. Considera llevar baterías extra, o una dinamo de buje, o cargarlas en cualquier bar o punto de control en el que pares.
En un control lo primero es sellar la brevet
Y después todo lo demás: la comida, ir al baño, cargar baterías, rellenar los bidones, …
Controla el sueño
El sueño es uno de los grandes enemigos del randonneur, sobre todo en las Super Brevets, donde es habitual ver caerse de la bici a algún compañero por este motivo.
Como ya se ha mencionado, es clave el conocimiento sobre uno mismo: saber cuánto tiempo eres capaz de pedalear en plena noche, o cómo controlar el sueño (¿…la cantidad de cafeína que necesitas?), o si eres más vulnerable al amanecer o en plena noche.
Esto te ayudará a trazar tu plan para prever los descansos y las paradas para dormir (en Brevets a partir de 600 kilómetros), aunque si no llegas a controlarlo a tiempo tienes que estar dispuesto a hacerlo en cualquier lugar, incluyendo paradas de autobuses, bancos, cajeros o una simple cuneta. Por este motivo se recomienda llevar una manta de supervivencia ligera (añadirás apenas 50 gramos y bastante tranquilidad)
Hazte un estudio biomecánico
Una mala postura, un mal material o un simple mal hábito puede originarte un pequeño problema físico. Multiplicado por las largas horas de entrenamiento y las propias de las Brevets este pequeño problema se convertirá en un gran problema.
Ponte en manos de un profesional para que todo el esfuerzo que le estés dedicando a realizar tus Brevets no se vea truncado por una simple mala posición sobre la bicicleta.
Entrena en condiciones extremas
Las primeras Brevets del año suelen realizarse en invierno, mientras las Super Brevets en pleno verano. Es clave para el conocimiento de uno mismo, para entrenar la resistencia mental y para seleccionar un buen material entrenar en condiciones climatológicas extremas.
Ese día que querías entrenar, pero dan lluvia y frío y prefieres quedarte en casa…solo es un día perfecto para entrenar la lucha contra el deseo de abandonar antes de tiempo.
Cuida la mecánica
Como ya se ha dicho, todo pequeño problema en una Brevet se suele convertir en un gran problema.
Cuida hasta el más mínimo detalle de tu bicicleta y hazle una buena revisión antes de una Brevet.
Come sin tener hambre, bebe sin tener sed
Esta máxima del ciclismo también lo es para el ciclismo randonneur.
No estrenes nada
Y esto incluye no solo material, sino también lo que vayas a comer en ruta.
Abandona cuando tengas que abandonar
Pero nunca antes.
…DISFRUTA!
Participar en una Brevet te hace formar parte de la historia del ciclismo.
Irás por paisajes y pueblos donde probablemente nunca hayas estado. Compartirás ruta no con rivales sino con compañeros.
Llevarás tu cuerpo a un punto donde no creías que fuera capaz de llegar, y si le escuchas aprenderás mucho de ti mismo.
Disfruta de cada pedalada, ese es el RETO